Análisis y opinión: Gafas Oakley Jawbreaker

Cuando buscamos gafas para ir en bici lo primero que se nos viene a la cabeza es la marca Oakley, que ya en los 80 creaba tendencia. En los años de Lance Armstrong la marca volvió a primera línea, y estos últimos años con su inspiración en modelos de los 80-90 se han estabilizado como el referente. Probamos las Oakley Jawbreaker.

Lo primero de todo hablemos de la seguridad. Si una cosa tiene Oakley son los controles que pasan de calidad tanto las lentes como las monturas, y en varios años de test (desde 2017) podemos decir que nuestros controles de calidad los han pasado al 100%, por lo que si buscamos protección, estas serán nuestras gafas.

En lo referente al diseño son unas gafas que llaman la atención en sus monturas. Si se quiere pueden ser bastante ‘pintonas’, puedes elegir bastantes colores, aunque si quieres pasar desapercibido también están en el clásico color negro. La gran variedad de lentes juega también en el diseño además de en su practicidad. Nosotros hemos probado las lentes fotocromáticas en una zona de meteorología muy cambiante, y hay que decir que se adaptan rápidamente a la luz del ambiente.

Por ultimo hablaremos de comodidad. Su peso es limitado, 34g, y más cuando vemos que no son unas gafas «finas». Por su diseño son muy cómodas, y ajustan perfectamente tanto a la cabeza como a la nariz.

Mi opinión de las gafas Oakley Jewbreaker

Comparadas con algunas de sus rivales, no se nos han empañado en las subidas, por lo que podemos decir que ventilan bien. Por contra, por esto mismo, no hacen tanta pantalla en días de viento o descensos prolongados. Y si hablamos de comodidad tenemos que tener en cuenta la limpieza y el cambio de lentes, y es que incorpora un sistema que lo facilita mucho más que cualquier rival. Además no se nos dañará el cristal en la parada del café, puesto que tiene la protección de plástico debajo de la lente. He ido muy bien con ellas, y después de mucho tute siguen impecables.